Nuestro cerebro recibe al día tal cantidad de impactos que ha aprendido a ser selectivo con lo que le llega. Esa selección puede no sernos beneficiosa ya que podemos dejar cosas importantes de lado sin llegar a saberlo. Para evitar esta situación hemos de practicar la denominada escucha activa.
La escucha activa consiste en la habilidad de escuchar no sólo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está diciendo.
Factores que intervienen
Mensaje mediante el habla + Mensaje mediante el cuerpo + Mensaje del entorno + Análisis globlal
El mensaje verbalizado puede estar ensayado y es muy probable que la percepción que nos llegue, sea la que nuestro interlocutor quiera. Para poder extraer una conclusión definitiva hemos de analizar su predisposición corporal y gestual incluso atender a la indumentaria de la persona.
Elementos a evitar
– No distraernos, ya que en el entorno que vivimos es muy sencillo distraerse. Por ello, hemos de poner todas nuestras energías en la persona que tenemos delante.
– No interrumpir al que habla. Además de ser un factor que muestra una falta de respeto hacia la otra persona hemos de tener la habilidad de saber cuando intervenir sin faltar al otro.
– No juzgar. Nunca jamás hemos de dar nada por sentado. Una persona puede no estar revelándonos toda la información por las circunstancias que sean y por ello no debemos de sacar conclusiones anticipadas.
– No ofrecer ayuda o soluciones prematuras. Porque es muy probable que la otra persona no las necesite y si las necesita puede sentirse atacada y por tanto rechazar cualquier cosa que en una relación basada en la confianza y la constacia se daría rodada.
– No rechazar lo que el otro esté sintiendo, por ejemplo: «no te preocupes, eso no es nada». A eso se le denomia empatía, ya que lo que para ti no es nada, para el de al lado puede ser un mundo ya que no todos somos capaces de enfrentarnos igual a las diferentes situaciones que la vida nos plantea.
– No contar «tu historia» cuando el otro necesita hablarte. Tú eres importante pero, !No eres el ombligo del mundo! Cuando una persona acude a ti para comentarte algo que tiene mucha importancia para ella has de estar atento a lo que diga.
– No contra-argumentar. Por ejemplo: el otro dice «me siento mal» y tú respondes «y yo también». Si nos ponemos a analizar, esta situación se está dando mucho a nuestro al rededor. Respeta al que tienes delante respetando sus sentimientos.
– Evitar el «síndrome del experto»: ya tienes las respuestas al problema de la otra persona, antes incluso de que te haya contado la mitad.
Utilidad
La persona que sepa dar uso a esta herramienta conseguirá conocer a la perfección el entorno en el que se mueve y por ello podrá tomar decisiones que le sean beneficiosas.
En Marca Personal la escucha activa nos permitirá llegar a nuestro público dándonos la posibilidad de cubrir sus necesidades ayudándonos a posicionarnos socialmente como un miembro de referencia.
R.R.H.H.
En recursos humanos el que te entrevista utiliza siempre y he dicho, siempre la escucha activa. Eso quiere decir que no sólo lo que digas sino el como te comportes y vayas vestido será lo que le permita extraer conclusiones sobre tí y ver si eres el candidato idóneo para el puesto al que quieres optar.
